24 diciembre 2005


Narnia.


Ayer fui al teatro a ver las crónicas de Narnia y sentí que entré al ropero una vez más como de costumbre, me di cuenta que se me había olvidado una gran parte del libro y no podía hilar bien los acontecimientos, me olvidé por un segundo de la persona que estaba acompañando y me acordé que alguna vez entré al ropero como Edmundo y sus otros hermanos, que alguna vez me dio miedo la oscuridad y me compraba todas las historias de mi abuelo( el es muy a lo Ewan Mc gregor en big Fish), cuando me aterraba subir al entretecho o pasear en la noche por la parcela o los largos pasillos de la casa .
La obra seguía pasando y yo ya estaba otra vez en la parcela de mi abuelo, sacándole sus antiguos uniformes y condecoraciones o escondiendo tesoros y jugando a los piratas pero con espadas de verdad. Allí tenía mi mundo, como el de Narnia, donde podía ser un caballero, un pirata, un soldado o cualquier cosa que se me viniera a la cabeza.
Ahí era tan fácil soñar, ser lo que uno quisiera, nadie te molestaba y podías hacer lo que se te diera la verdadera gana pero con nada, con unos cuantos palos, unas frutas sacadas de los árboles podías ser feliz en ese mundo donde el tiempo era paralelo, donde no te molestaban los edificios y te hacían sentir pequeño, ahí podías ver el sol desde que salía de la cordillera hasta que se escondía entremedio de los árboles, el olor a tierra húmeda y las conversaciones surrealistas a los pies de la chimenea. Todo eso se había ido.

Luego todos se pararon para aplaudir la obra, gritaban felices, pensé por un instante que el publico también entró al mismo trance que yo y se habían acordado de entrar al ropero, se habían acordado que alguna vez fueron niños.

-Sebastián ¿te gustó la obra? Me preguntó mi acompañante

-Sí demasiado, me hizo acordarme del libro. Respondí

-Te tinca que nos vayamos a comer un completo. Le pregunté.

Aún estaba en un trance producto de la obra, me volvía loco pensar que ya no había nada de ello.
Le estaba haciendo una invitación a la chica que me había traído hasta acá como de una manera agradecerle lo que había hecho por mi, por hacerme abrir los ojos y llevarme gratuitamente al lugar donde se guardaban todos mis sueños.

Después de los completos no pasó nada muy interesante, pero aún seguía con las imágenes de mis juegos y aventuras, de las historias que mi abuelo me contó o que simplemente me enseñó que para soñar no se necesitan alas , tan solo era cosa de leer un poquito y tener voluntad para dejarse llevar, para despegar el cuerpo del suelo.
Desde esa conversación que creo que fueron las últimas antes de venirme a Santiago, jamás leí tanto como lo hago ahora.
Sentía que no podía irme a acostar sin antes darle las gracias a quien me ayudó a fabricar mi armario, con quien construimos nuestro mundo, como el de Narnia, con quien conversábamos largas horas de cosas fantásticas, donde lo único fantástico era él con sus relatos mezclados con libros y un poco de historia del mundo para que así aprendiera algo de todo es. No podía cerrar mis ojos sin antes despedirme de el.
Tome el teléfono y marque larga distancia, comienza a sonar el pitito, estoy ansioso de saber que al otro lado se pondrá muy feliz de escuchar mi voz. Pero mientras sonaba el pito y yo esperaba, me empecé a dar cuenta que había esperado mucho tiempo para darle las gracias.
Colgué y volví a llamar un montón de veces, pero nunca contestó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los "adultos" siempre te entregarán algo y nunca esperes que no estén para agradecerles. Todos los que te rodean de alguna manera te estan enseñando el mundo visto por ellos, bajo su mirada, pero tu puedes sacar las mejores y peores experiencias para tí y seguramente en alguna oportunidad las recordaras y dirás "cresta, era cierto"
Aprende día a día del mundo en que vives y de la gente que te acompaña.

Anónimo dijo...

es rarìsimo "marcar larga distancia"...
(pensando)
¿jode la distancia?

mi padre, mi sangre, podria responder esa larga pregunta.

Si sòlo se diese cuenta de donde esta chilito, la florida, el 14, mi calle,mi casa, mi lugar en ella... en el mapa...


mucho talento, practicar no te hace perfecto...
pero si muy bueno...

Maldita deutschland!!!!!!
desde la antiguedad matando sueños..su arma.Nazis.
*PI*