26 diciembre 2005

Esto se me ocurrió así de repente, espero que nos vaya bien con la entretencion del corto.

Los espejos mienten.

Hace no mucho leí a Douglas Coupland autor, del libro The Second Chance, quien nos habla sobre el derrumbe generacional de una época. Esto lo veo bastante recurrente en los autores nacidos dentro de los 60 y 70´s, como es el caso de Fuguet, Gonzales y H. Rodríguez entre otros.
Debe ser complejo haber vivido una transición y un cambio de vida completamente radical. En el caso de Chile, por ejemplo, una dictadura y en el resto del mundo un millón de sucesos que fueron marcando la historia y el acercamiento a los distorsionados 90`s.

Aunque no es recurrente para nada de lo que escribí antes a lo que quiero llegar (tampoco sé muy bien para donde voy) en estas líneas, se me vino de golpe a la cabeza una conversación con mis tíos y padres mientras cenábamos en navidad.
Les mostré el guión, no terminado, del corto que vamos a realizar con unos vecinos, de los cuales uno estudia cine, lo que para mi es suficiente como para realizar el proyecto de verano, post 2005 concursos- tonteras varias.

Cuando se los mostré me dijeron que les había gustado un montón y sobre todo la parte del espejo (la primera historia del corto está basada en el cuento Sacándome el Uniforme). Luego la conversación se comenzó a dilatar a tal punto que empezaron a sacar sus propias reflexiones. En donde me decían que más de una vez se vieron al espejo y sintieron que la vida los llevó a caminos que jamás los habían imaginado, que los absorbió a tal punto que terminaron soñando otros ideales queriendo otras cosas.
Ahí me di cuenta que la historia no estaba tan mal encaminada como creía y que era un tema tan recurrente en los adultos como en los jóvenes.
¿Cumpliré mis sueños?
Eso debe ser una pregunta bastante repetida, tanto para mí en cuanto a lo que escribo o para muchas personas que están como yo. Ni estudiantes universitarios, ni escolares. O quien sabe si más de los que están en otro círculo se tiene que haber hecho esta interrogante.
Difícil debe ser darse cuenta que a lo mejor no se cumplieron los ideales de juventud y cuando ya mas viejo, entrado al baño y verse quizás 15 o 10 años mas jóvenes, deciden ir a vencer imposibles con las mismas energías de un joven recién salido de la Universidad.
El cuerpo ya no es el mismo y te empieza a pasar la cuenta todo el carrete que te pegaste hace unos años atrás. Ahí es cuando comienzas a desistir de tú propósito de cambiar el mundo, de demostrar que el sistema es vulnerable y atacable. Los de tu generación raramente te los encontraste en la misma parada tuya así que te fue más fácil, por unos segundos, idear todo un plan para hacer validos tus sueños.
Cuando el cuerpo ya no fue el mismo, llegaste a tú casa y tiraste lejos todos los papeles de tú empresa, te metiste al baño, te miraste al espejo y comenzaste lentamente a sacarte la ropa. Pensaste en todo lo que nunca lograste y de las otras pocas cosas que te costaron pero las ganaste, te quedaste con esas pocas que si te dieron realmente satisfacción.
Volviste a mirarte una vez más al espejo, como cuando eras joven y tenías toda una vida por delante, te miraste de la misma manera que cuando no lograste lo que querías, pero está vez la culpa no la tenían tus padres, tú señora, tus hijos, ni el sistema y la globalización. Ahora toda la culpa la tenía el espejo.

1 comentario:

Tomás dijo...

Espejos?!

Aún me acosan!, por qué?!

Jodidos, eh, jodidos.


~ Saludos y buenos deseos a ti también... Que haya buena caza!...ø