22 junio 2009

Pupurri
Recuerdo haberme subido a los árboles en el campo para ver la puesta de sol.

La canción Rider on the Storm de los Doors, me recuerda una noche de lluvia en el Canelo.

Un invierno helado vi a un hombre con chalas.

Trate de escribir un libro de viajes inspirado en el Che Guevara, Mafalda y Ana Frank. Tan sólo escribí una página.

Cuando viví en México, al primer día quise volver. Cuando me tenía que ir, me quería quedar.

Cuando estuve en México, traté de escribir un libro de viajes. Tan solo escribí tres páginas.

No sirvo para escribir libros de Viajes.

Odio los clichés del amor, como invitar al cine a la pareja o regalar flores a cada rato.

Regalo flores cuando peleo con mi novia.

Recuerdo que la primera vez que hice la cimarra, me descubrieron escapándome por la ventana del colegio.

Me inventaba enfermedades para quedarme en casa y ver el matinal, aún recuerdo el ¡Buenos días Patitoooo!

Por casualidad terminé durmiendo en un prostíbulo cuando estaba mochileando. También bajo un puente.

Recuerdo que descubrí el valor de la amistad mochielando. En la universidad la envidia y en México la soberbia.

Recuerdo que me gustaba usar el pelo largo, no bañarme y dejarme barba. Ahora tengo el pelo corto, me baño todos los días y no me gusta tanto la barba.

A los dieciocho no quería crecer.

Recuerdo que quería escribir un libro cuando niño, ser pirata y Peter Pan.

Recuerdo que veía a los escritores como dioses, seres que estaban todo el día leyendo y estudiando el arte de escribir. Cuando crecí, descubrí que no eran ni semi-dioses ni grandes hombres del saber. Tan sólo escribían.

Recuerdo haber tratado de escribir un libro varias veces. Ahí es cuando volví a creer en los dioses de la literatura.

Cuando niño coleccionaba cómics, el que más me gustaba era el Corto Maltés. Todavía los junto, pero me da vergüenza.

No hay comentarios.: