10 junio 2009

El opio del pueblo


¿Se han preguntado por qué nunca una mujer ha hecho un asado? Porque ese metro cuadrado, es exclusivo de los hombres. En la cocina, ok, respetable, pero para una parrilla el ser masculino está hecho para eso, para ese metro cuadrado.

Para los doce pasos. Para el futbol.

La mujer jamás va a entender lo que es mojar la camiseta, llorar por un penal, gritarle al árbitro un garabato bien puesto. No va a entender lo que es esa pasión. El opio del pueblo, la válvula de escape, ese grito metálico que suena en la barra, que llenan estadios y que gritan a coro un fuerte gol que retumba por todos lados en la ciudad.

Para el hombre casado es la infidelidad perfecta, el “arranque dominguero”, que se pasa de generación en generación, como cual leyenda se pasa del hombre sabio al joven principiante. El futbol es familia. Es de machos, es de padre a hijo, es una clave secreta que manejamos los hombres y, que al igual que la mujer; con sus compras, sus llantos de mitad de mes, su entiéndeme soy mujer, la locura del “yo mando”, jamás podrán entender la marraqueta sabrosa después de una victoria, no entenderán el futbol y su ciencia.

Entiéndase que nuestro país tiene presidente mujer, que la igualdad de sexos, que los derechos, que ellas también pueden hacer lo mismo que los hombres. Pero en el futbol, no señor, este es un campo en que aún no descubren la técnica. Lo juegan por compromiso, no por gusto, por ser iguales, pero son pocas las que entienden el grito del gol, el tiempo de descuento y el cambio de camisetas- ¡Que felices seríamos los hombres con esa última parte!-.

Como dijo un gran amigo llamado Coco Legrand, el hombre expulsa, la mujer retiene. En el futbol es igual, el hombre chutea, grita, llora, salta, se expresa con plenitud en un estadio, la mujer en cambio, se queda en la casa, atiende a los anfitriones futboleros, a los DT de living. Es esto lo que nos diferencia de la mujer, nosotros hacemos goles, ellas atajan penales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SEBASTIÁN... A TI NI SI QUIERA TE GUSTA EL FÚTBOL!
(y los asados le quedan mejor a tu novia!)

Sebastián Fuentes dijo...

Jajaja, soy el rey de la parrilla de vidrio.

Debo reconocer que el futbol nada más lo veo, lo juego de lejos con un play station y un control en la mano