31 marzo 2007

Guardar silencio para tratar de entender, callar para siempre si es necesario.
No hablar mucho, simplemente observar, analizar, estar ajeno. Desde otra perspectiva.
Desvelarse y sumergirse en la oscuridad propia, conversando con los demonios internos, esos que hablan, que atormentan, que traen nostalgias y recuerdos perdidos. Hablar solo, responderse al mismo tiempo.
Una conversación que da vueltas. Algo que entendí hace rato, pero no he encontrado el momento para que sea perfecto, no lo quería echar a perder, pero se arruinó de todas maneras. Otras frases se quedan más en la cabeza, se desdibujan, se arman de nuevo, se crean historias del “que será después” “qué pasará”, esa incertidumbre, ojala fuera adivino para saber si todos estas historias son reales o son inventos o si las frases tienen un significado real o están mal planteadas.
Esas ganas de gritar, de correr, de sentir el viento en la cara, de asombrarme hasta por el sol que sale siempre, se está perdiendo, me siento encerrado, me encerré en un mar de preguntas y me ahogo al no encontrarles respuestas, en pensar tanto.
Exploto por dentro, grito en silencio, no tengo todos los días una sonrisa…¿Qué me pasa?

3 comentarios:

Marce! dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

como dijeron arriba, se llama vida, eso te demuestra que estas vivo, pero que nesecitas gente, quizas tu sonrisa, quizas la de tus amigos, de esos que no se ven hace tiempo...de esos que ya no son los de antes. te quiero truper...

Carlos Carrasco Bravo dijo...

Ese paseo en camilla es la antesala a la operación amor tucán


Suerte en el sur Carlos Pinto. Si quieres comentas de vuelta

cya
adio!

SexyRoyal