Primera Parte
Domingo por la mañana y el sol me llega en plena cara, olvidé cerrar las cortinas la noche anterior. Me queman los ojos, me arden. El olor en mi pieza es putrefacto, olor a encierro y a licor fermentado. Tengo la boca seca y áspera, la sed me va a obligar a levantarme al baño.
Me siento en la cama y un indio me clava un hacha en plena cabeza. La siento partida por la mitad, como las sandias en el verano, en las ferias, con toda su pulpa roja al sol, calentándose, llena de avispas y moscas.
Lo mío es lo mismo, pero la pulpa de mi cerebro va a salir en cualquier momento por las cuencas de mis ojos. Está todo que explota por acá adentro.
Camino al baño y la casa está en completo silencio, mis padres y mis hermanos debieron haber salido a comprar algo para el almuerzo. Me tambaleo un poco, aún estoy mareado y el alcohol no se diluye en la sangre por completo. Abro la puerta del baño y ahí está fresquito, es increíble como las cerámicas conservan el frío. Hoy por lo visto el espejo no será mi amigo, no me reconozco, siento toda la mandíbula dormida, sonrío y me pego cachetadas. No siento nada. Me pego un combo y ese lo siento, no estoy tan mal después de todo. Echo a correr la llave del lavamanos y pongo mi cabeza al lado del chorro de agua, me relaja. Tomo agua, litros y litros y siento como va corriendo por mi pecho hasta caer como una bomba por mi estomago vacío. No se me quita el dolor de cabeza.
Simón una vez me dijo que la solución para la resaca era tomarse una chela por la mañana y santo remedio, sigues como si no hubiese pasado nada todo el día. Simón es de esas personas que saben de lo que hablan, es Dj de una de las Discotheque más top de Santiago. Está todo el día con unos audífonos pegados a las orejas, son gigantes, parecen dos entre paréntesis en cada lado. Usa poleras y camisas apretadas, medias transparentes y no suelta el agua mineral.
Se la pasa todo el día escuchando Techno, House y Acid músic, las dos últimas no sé que mierda son, pero dice que en Europa es lo que está pegando. Simón se fue a España el año pasado y llegó con toda la onda electrónica, se cree la raja porque estuvo allá. Yo pienso que es un imbécil. España está llena de chilenos y esos aires intelectuales con los que llegó me apestan, no por irse a la madre patria va a ser más inteligente, la única diferencia es que habla con zetas y escucha música como enfermo.
Me dijo que el carrete allá no se compara con el de acá, en Ibiza que es una ciudad muy cool de España, está llena de turistas de todo el mundo y que la mayoría se mueren por conocer latinos y que hay un montón de lugares donde tocan la música que él pone en los carretes. Según él, se hizo amigo de un ingles que era uno de los más famosos Djs de allá y lo dejo pinchar discos en el último día de su estadía en España. También dijo que se había pescado a muchas extranjeras por su acento y su pinta latina. Según yo, estuvo sentado todos los días de las fiestas, fumándose un pito. Eso sí, es enfermo de marihuanero, no sé como mierda pudo pasar tanta droga por la aduana, trajo una cuestión que se llama Skank - directa de Holanda- me dijo cuando la prendía, la probé y quedé como tonto, me había subido a un carrusel dentro de mi cabeza, me dio todo vueltas, pero eran vueltas ricas, como si estuviera subiendo al cielo. A las horas uno vuelve a la normalidad y da mucha hambre, ese es el problema, después no se quita con nada, el hambre no se quita nunca.
No le creo eso de haberse pescado a las minas, es rubio y de ojos azules, más blanco que una pantruca, no tiene por ningún lado el latino.
Simón es un chanta, además ahora le dio con ponerse piercing y hacerse expansiones, dice que es lo más top acá en Chile. Creo que es una tontera, todo el mundo anda con esos aros. Ahora todo es igual, desde la manera de vestirse hasta la música que se escucha, la gran masa juvenil es una mezcla de tres estilos y se mezclan, están los que escuchan reggaeton, que se visten casi igual que los hip-hoperos y los hardcores que se visten casi igual que los otros dos, pero con pinches y zapatillas de skates, se mezclan porque escuchan lo mismo de un grupo y otro. Un bodrio.
Me volví a mirar al espejo y tenía la cara deslavada, me la mojé un poco y nada, seguía con el mismo rostro de encañado. Las tripas me sonaban pidiéndome algo para comer.
Bajé a la cocina y abrí el refrigerador, estaba lleno de cosas para preparar, una mierda, si lo que quiero es comer altiro, puras cosas inservibles en estos momentos. Al fondo veo un pollo de la cena de anoche, lo saco y me lo como con las manos, adiós tenedores y cuchillos. Abro el friser y hay una cerveza helada, la lata de Heinekken me está esperando. Me acordé de las palabras de Simón y me la tomaré al seco.
Se me está revolviendo el estomago. Corro al baño. Vomito.
Vuelvo a la cocina y me preparo un café. Al seco de nuevo. Vomito otra vez.
-Maldita noche, juro que nunca más, nunca más. Pensé.
4 comentarios:
carlos Pinto: Ese cuento ya lo habías subido. Si no es así, al menos lo había leído. Creo que fue en tu casa cuando fui a tomar café.
Parece que han estado buenas las vacaciones. Sigue carreteando porque lo que es yo en febrero parten las mías.
Si tenis tiempo comenta de vuelta
cuidate compadre
adios!
Carlos
Postdata: creo que deberías contar esa historia cuando tu mamá y el basurero y estoy cagando!
jajaja, es muy chistosa
ya
el aporte
chao
Buenas!!!..
seee.. me aprece haberlo leido..
mmm..
buéh..
chau.buenas.PI
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